Numa Pompilio Llona

Numa Pompilio Llona y Echeverri (Guayaquil, 1832 - Ibid., 4 de abril de 1907) fue un poeta y filósofo ecuatoriano. Hijo de Manuel Leocadio de Llona y Rivera, abogado, prócer de la independencia de Ecuador y suscritor del acta de Independencia de Guayaquil; y de Mercedes Echeverri Llados.

Biografía.

Nació en Guayaquil el 5 de marzo de 1832 y fue bautizado con los nombres de Manuel Pompilio que luego cambiará por Numa Pompilio, más acorde con sus aspiraciones de grandeza. Nieto del noble Hidalgo Don Manuel de Llona y Arechaga, de origen vasco, llegado en 1790 a Guayaquil procedente de Bilbao, enviado por el Rey Carlos IV para ocupar el puesto de Alcalde Ordinario de la ciudad, e Hijo del Dr. Manuel Leocadio de Llona y Rivera, notable abogado, perseguido en 1.818 por el Gobernador Mendiburo por sus ideas, expresiones y actitudes patrióticas. Prócer de la Independencia y firmante del Acta del 9 de octubre de 1.820, Síndico Municipal de Guayaquil y activista bolivariano en 1.822, hizo arriar el pabellón bicolor de Guayaquil Independiente del malecón de la ciudad para izar el tricolor colombiano, acción que le atrajo el odio eterno de los elementos tradicionales de la ciudad que jamás le perdonaron dicha ofensa; y de Mercedes Echeverri Llados, de la nobleza de Cali en Colombia, hija del prócer Echeverri, flagelado por los españoles por ocultar en su casa a su amigo y compadre Darío Micolta, uno de los más valerosos caudillos revolucionarios de ese país.

El Dr. Manuel Leocadio de Llona y Rivera después de 1.822 sufrió el abandono social a causa de su acción política, lo que influyó para que en 1.828 se distanciara de su cónyuge Antonia de Marcos y Crespo con quien había casado ese año y de su tierno hijo Antonio, refugiándose en el amor de la hermosísima Mercedes, de paso por Guayaquil, acompañando a su padre, militar de los ejércitos de Colombia. Con ella vivió en su quinta de la esquina suroeste de las calles Chile y Luque donde les nacieron varios hijos y entre ellos Numa Pompilio. Como el escándalo social era grande, la familia Llona y Echeverri viajó a Cali en 1.836 y radicó en el valle del Salado, donde los Echeverri eran dueños de una finca que el poeta recordó con cariño llamándola mi Arcadia en su Odisea del Alma y allí transcurrió su adolescencia. Aguirre Abad, en su "Bosquejo Histórico", al referirse al Dr. Manuel Leocadio de Llona y Rivera le dice: "Célebre por sus talentos y más que por ellos, por su conducta traviesa e inmoral" expresión que constituye una exageración sin lugar a dudas. El joven Numa Pompilio realizó sus primeros estudios en el Colegio de Santa Librada de Cali, donde a los once años compuso un poemita en honor de Asunción Delgado, niña de catorce que le inspiró ternura. Su padre también escribía mucho y bien y un primo lejano Juan Abel Echeverría y Llona resultó poeta en Ambato, de donde se concluye que la vena poética les venía por Llona.
En 1.846 viajó a Lima con sus padres y hermanos. Allí pasó por el dolor de perder a dos hermanos y a una hermana menores, muertos en la infancia; ingresó al Real Convictorio de San Calos y se graduó de abogado en 1.852. En su etapa estudiantil participó de la bohemia literaria de Lima y por un poemita erótico que publicó en un diario bajo el título de "Libertinaje", fue acusado, se recogieron los ejemplares del impreso y su nombre se hizo conocido en todo el Perú.
Por esos días falleció su madre y el poeta escribió después: // en la flor de su edad y su hermosura/ Mi santa madre, emblema de ternura/ nos dio su dulce vida en holocausto. // Por sus hijos luchando valerosa// en tierra extraña contra adversa suerte/ cayó sin fuerzas en la helada fosa/ y hace ya cinco lustros que reposa / en el inmóvil sueño de la muerte!//. Su padre también murió en el Perú //I mi Padre proscrito, triste, anciano/ bajo el brazo durísimo, de hierro/ de su destino, reluchando en vano,/ su vida en el suelo terminó lejano/ En las perpetuas ansias del destierro!//. De donde se desprende que el Dr. Llona y Rivera quiso regresar a Guayaquil pero no pudo y eso le causaba una intensa pena. Su hijo, poeta y sensible como el que más, ante tantas desgracias y muertes familiares entornó su carácter alegre y juvenil, maduró antes de tiempo y comenzó a amar el sufrimiento como buen romántico que era.
En 1.853 ocupó la cátedra de Estética y Literatura General de la Universidad de San Marcos demostrando amplios conocimientos sobre los clásicos griegos y latinos y sobre las principales figuras del cristianismo. Por esos años alternaba con el periodismo, desde 1.854 hasta el 59 fue redactor principal y literario del diario "El Comercio" de Lima, decano de la prensa peruana, escribiendo con esa brillantísima generación poética formada por Fernando Velarde, Luis y José Arnaldo Márquez y Manuel Adolfo García, a la que se unieron Clemente Althaus y Juan de Arona, el venezolano José Vicente Camacho, Luis Benjamín Cisneros, Ricardo Palma, Carlos Augusto Salaverry. De esa época es su afamada "Oda al General Necochea y a América".
Entre 1.860 y el 62 ejerció el Consulado General del Perú en Madrid, Paris y Roma donde tuvo la oportunidad de tratar a grandes literatos como Victor Hugo George Sand, Alphonse Lamarting. En 1.864 fue designado Secretario del Congreso Americano reunido en Lima con el objeto de repeler la agresión española a las costas peruanas y compuso el poema lírico "La toma de las islas de Chincha" que después incluyó en "Los Clamores de Occidente", donde se vislumbra un poderoso estro poético, rotundo en sus estrofas, robusto en su versos, aunque de cadencia irregular "por el excesivo raudal de ideas y de imágenes que se ofrecen en tropel a su fantasía" según frase de Marcelino Menéndez y Pelayo.
Ese año contrajo matrimonio con la bellísima Enriqueta Marchena y Bentín, natural de Loja y residente en Lima, sobrina nieta del literato y poeta ecuatoriano Miguel Riofrío, exiliado del régimen garciano por sus ideas liberales. Ella también cultivaba las bellas letras, hacía poemas y recitaba con su hermosa voz.
Entre 1.864 y el 66 desempeñó el Consulado General del Perú en Roma y fue comisionado para presidir en Francia e Italia la construcción del monumento conmemorativo a los heroicos defensores del Callao, cuando el aleve ataque de la escuadra española del Almirante Casto Méndez Núñez. En 1.865 aprovechó su estancia en París para publicar "Cantos Americanos" en la imprenta de A. Bouidier y Cia. En esos menesteres agotó su herencia materna y parte del dinero que generosamente le proporcionara su hermano Emiliano, acaudalado minero y miembro del comercio y la banca limeña. Inaugurado e! monumento en el Callao, se le consideró el más notable en América y el Congreso del Perú premió su esfuerzo de siete años entregándole una medalla, el título de ciudadano peruano de nacimiento, que se le considere diplomático de carrera y treinta mil soles en calidad de pago por sus gestiones en Europa, puesto que solo había recibido mil novecientos veinte soles anuales desde 1.863; pero dada la alteración política que atravesaba dicha nación, el proyecto se archivó en lo concerniente al dinero, que jamás recibió.
Hernán Rodríguez Castelo ha escrito "La Odisea del alma está a medio camino entre el neoclasicismo de Olmedo y el romanticismo ecuatoriano. Sus estrofas bien hechas, con riqueza descriptiva y sonoridad verbal que recuerdan las de Olmedo. Es la vuelta del alma a las grandes cosas a las que se siente llamada. Esa vuelta, esa ascensión, está presidida por la imagen de los carros que compiten en el circo, primera imagen bella y vibrante, pindárica o mejor homérica, ya que abre el canto. Llona, al inaugurar su carrera poética, la concibe como una lid con los grandes poetas de su hora. Grave equivocación es querer adecuarlo a un gusto que ha cambiado tanto".
En 1.880 volvió a contraer matrimonio, en esta ocasión lo hizo con la notabilísima poetisa peruana Lastenia Larrivia y Negrón, también viuda, con quien tuvo un hijo llamado Pablo Emilio. El gobierno peruano lo nombró miembro del Consejo de Instrucción Superior y Director del Instituto de Bellas Artes, Letras y Monumentos, pero la guerra con Chile le había causado graves perjuicios económicos y quizá por eso decidió regresar a Guayaquil, su tierra natal. También es verdad que a raíz de la ocupación chilena, su hermano Emiliano se había establecido en Cali y cuidaba de la herencia materna. Numa Pompilio se hallaba escaso de dinero pues había gastado sus últimos capitales en dar a la luz pública las primera parte de los "Clamores de Occidente" en 171 págs. y Apéndice en XXVII págs. Notas y Variantes, índice y Erratas en XVI págs con más de cien sonetos llamados "De la penumbra a la luz" y varias poesías amatorias diversas, y en publicar en 1.881 la segunda parte, en dos tomos, con Interrogaciones en 140 págs. conteniendo Poemas íntimos y Filosóficos y en 1.882 la tercera parte con "Himnos, Dianas y Elegías" en 127 págs. con sonetos varios, poesías patrióticas y religiosas que dedicó al Perú.
La mayor parte de estos tomos se agotaron enseguida y más ediciones reemplazaron a las anteriores al punto que se ha llegado a afirmar que ningún poeta americano publicó tanto en su tiempo. Llona alcanzó el pináculo de su fama literaria en América, de todas las repúblicas le enviaban felicitaciones y los principales poetas le dedicaban versos. El argentino Rafael Obligado le rindió ardiente tributo de gloria: //Resuena el magnífico concierto/ de tu espléndida tierra ecuatoriana,/ allí donde al ceñir el Chimborazo/ baja el sol de los Incas en guirnalda. // Salve, cóndor, audaz del pensamiento!/ Dígnate descender hasta mi estancia: /¡Que yo toque contigo las estrellas. /aunque ruede después bajo tus alas!//
En 1.881 también fue la tercera edición de la Odisea del alma en 27 págs. comentada por el literato alemán Robert Marlon. I en esas andanzas literarias gastó tres años de su vida hasta que a fines de 1.883 logró realizar su proyectado viaje a Guayaquil tras la toma de la ciudad por los Restauradores y Regeneradores. Venía al Ecuador "para que otros poetas asumieran la enseñanza del ideal que por largo tiempo y por ardua senda han conducido hasta aquí mis débiles manos".
Ese año editó en Guayaquil once sonetos titulados "Páginas de la Restauración" en 13 págs. y fue designado Director Nacional de la Escuela de Artes y Oficios de Quito pues el rectorado de la Universidad de Guayaquil, dada su reciente creación, era más bien honorario. También sacó por la prensa su discurso "Ante la estatua de Rocafuerte" y varios sonetos en 11 págs. así como su pequeño volumen de sonetos dedicados al II Centenario de la muerte de Pedro Calderón de la Barca, en 11 págs. que ofreció a su amigo Manuel Tamayo y Baus.
Igualmente, a fines del 83, se hizo cargo de la dirección del diario "Los principios", fundado por Ángel Polibio Chávez a raíz de la toma de Quito. Llona le dio carácter eminentemente literario pero dejó de aparecer el 21 de mayo de 1.884 por falta de imprenta; pues, la que los cobijaba, tenía que publicar la colección de leyes sancionadas en 1.883.
A los pocos meses presidió la legación del Ecuador a Colombia, hacia donde viajó con su esposa y secretarios. Primero visitó a su querida Arcadia cerca de Cali. Allí fue recibido en triunfo por amigos y parientes y encontró que sus obras eran leídas y estudiadas con fruicción. Fue quiza, el momento más grato de su vida, pues todos sus trabajos y desvelos quedaron ampliamente compensados por tan hermosa acogida. Después residió en Bogotá y en 1.886 estuvo de vuelta en Guayaquil y asumió el rectorado del Colegio San Vicente del Guayas por cuatro años.
Entre 1.887 y el 88 arrendó y dirigió el periódico trisemanal "Los Andes" dándole un carácter literario. El 88 editó "El amor Supremo" en 50 págs. El 89 se distinguió por sus ataques a los conservadores. Escribió varios sonetos políticos bajo el seudónimo de "Regulo" y colaboró en "El Nacional" y "El Globo". Entonces los católicos se llamaban "Católicos Republicanos". En 1.891 autorizó a la Editorial Garnier Hnos. de París, la edición de una colección de sus poemas líricos en la "Biblioteca Poética" de enorme circulación en España y América Latina. El volumen apareció en 1.893 bajo el título de "La Estela de una Vida" en 274 págs. con hermosísima litografía de su rostro, Nota biográfica, Juicios e índice. La obra constituyó un éxito editorial y sirvió para cimentar aún más su fama internacional. En 1.894 sacó a la luz "En la muerte de mi ilustre amigo el gran repúblico y filósofo poeta Dr. Rafael Núñez" en 14 págs. con poesías e índices. Para el Incendio Grande en 1.896 emigró de Guayaquil perdiendo sus bienes.

Su poema mas inspirado lo dedicado a su amada patria

La bandera del Ecuador

Flota orgullosa, esplendida y galana
y ondula entre las ráfagas ligera,
¡oh de mi patria tricolor banderal
Iris listado de oro, azul y grana.

El alma al verte se alboroza, ufana,
y el pecho sus latidos acelera,
como al brillar el Iris en la esfera,
o el prisma de arrebol de la mañana.

¡Recuerdo de una liada de titanes!
¡De mi Ecuador imagen! Los dolores,
Tu, de la ausencia en el patriota calmas.

Roja, como el fulgor de sus volcanes;
áurea, cual de su sol resplandores,
azul como su cielo... y cual sus almas.

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